Mi querido hijo Christian Loayza y Sandro, amigos y compañeros de trabajo en Lima, disfrutan de unas vacaciones en Laramate. Así como ellos, miles de turistas visitan este hermoso pueblo andino. De fondo podemos apreciar los andenes de Huayrana y Chancarailla.



                                                                LOS ANDENES

Los antiguos pobladores supieron aprovechar las faldas de los cerros para ganar espacios y convertirlos en zonas de cultivos. Las antiguas culturas necesitaron mucho ingenio para ganarle espacios a los cerros a través del método llamado Andenes. En algunos lugares, debido a lo inaccesible del terreno, solo son regados por las aguas de las lluvias que se presentan de manera periódica en la temporada de diciembre a marzo. Los andenes de Huayrana, los de Huaquirata y las extensiones del Valle de Apatake y Santa María, son prueba evidente del arduo trabajo. Los lugareños que dedican sus día a cuidar las reses, "escuchan a la alondra de los prados cuando su canción cae en el silencio, como gotas de música".  En la actualidad, los turistas lo admiran y bien vale la pena una postal para el recuerdo. VISITEN LARAMATE.






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