HOMENAJE AL COLEGIO LUIS E. GALVÁN CANDIOTTI
COLEGIO LUIS E. GALVÁN CANDIOTTI Era el último año de mi educación primaria, cuando de pronto irrumpió una noticia que con el tiempo llegó a significar un antes y un después, en el pueblo donde casi nunca sucedía cosas extraordinarias. Agobiados por la rutina, muchos jóvenes que ya habían perdido toda esperanza de seguir estudiando la secundaria, se dedicaron a la agricultura y/o a la ganadería en los predios familiares. Los cuadernos, la enciclopedia Bruño, los lápices y el borrador, fueron trocados por la lampa, el pico, la barreta o el ‘chicote’ con ‘puntal’ de cabuya. La vida en el pueblo corría con esa pesadez que hacen lentos los pasos; hasta los animales que por naturaleza son ariscos e inquietos se contagiaron de la modorra con la que los dueños se movían, hasta que cierto día una explosiva noticia movió los cimientos de todo un pueblo. La señora Virgilia Tenorio, encargada de la oficina de correos y telégrafos, mujer de temple y de actitud luchadora y solidaria recib...